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Para congelar embriones es necesario realizar una fertilización in vitro en el laboratorio con los óvulos capturados y una muestra de semen. Esta técnica no solo permite preservar embriones hasta cuando tú quieras, también posibilita conocer la viabilidad genética de los embriones.
Al igual que el congelamiento de óvulos, el congelamiento de embriones permite aprovechar la calidad de los óvulos y la fertilidad de una persona. La principal diferencia es que en el congelamiento de embriones se vitrifican óvulos ya fecundados.
Para generar embriones, los óvulos tienen que atravesar por varios obstáculos (entre ellos, una fertilización) que demuestran su calidad. Esto hace que el congelamiento de embriones sea una apuesta más segura para concebir en el futuro.
Con el congelamiento de embriones puedes realizar pruebas genéticas de compatibilidad para reducir la probabilidad de embarazos de alto riesgo y enfermedades congénitas.
Aquí te dejamos una guía de principio a fin para tu itinerario de congelamiento de embriones. Este es un mapa general, nuestros expertos analizan tu caso y trazan contigo un plan de acción personalizado.
El primer paso para congelar tus óvulos es una consulta con tu médico. Durante el mes posterior te haremos estudios de sangre y esperma y exámenes físicos para diseñar contigo tu plan de tratamiento personalizado.
El siguiente paso es estimular tus ovarios para que produzcan la mayor cantidad de óvulos posible. Tu misma te administrarás las inyecciones de hormonas para estimular la producción de óvulos (¡es muy fácil!). Durante este proceso tendrás que ser monitoreada constantemente con análisis de sangre y ultrasonidos regulares. Así podemos ver si es necesario ajustar tu dosis. Una vez que tus óvulos hayan madurado por completo, se aplicará un inyección que activará la ovulación o la liberación de óvulos.
Aproximadamente 35 horas después del disparo, te haremos una cirugía menor para recuperar tus óvulos. Tu doctor pasará una pequeña aguja a través de tu pared vaginal, dentro de los folículos. Se te aplica anestesia local, y podrás regresar a tus actividades normales entre 24 y 48 horas después de la captura. El día de la captura, la pareja deja una muestra de esperma.
Nuestros embriólogos evalúan la muestra de esperma y óvulos para hacer la fertilización. En algunos casos, se utilizará un proceso llamado ICSI en el que el embriólogo inyectará un solo espermatozoide saludable al óvulo. Los embriones crecen dentro de una incubadora entre 3 y 5 días antes de ser congelados.
Antes del congelamiento se puede realizar una prueba genética PGT a los embriones. Recomendamos ampliamente que las personas con historial de condiciones genéticas soliciten estas pruebas, en las que los embriones serán escaneados para revisar más de 400 anormalidades genéticas. Los embriones sanos que pasen la prueba genética serán congelados.
Después de su crecimiento en las incubadoras, los embriones serán rápidamente congelados a través de un proceso llamado vitrificación. Para conservarlos en las mejores condiciones, los mantendremos en la clínica en tanques de nitrógeno líquido hasta que quieras concebir. Te diremos exactamente cuántos embriones sanos fueron congelados.
El primer paso para congelar tus óvulos es una consulta con tu médico. Durante el mes posterior te haremos estudios de sangre y esperma y exámenes físicos para diseñar contigo tu plan de tratamiento personalizado.
El siguiente paso es estimular tus ovarios para que produzcan la mayor cantidad de óvulos posible. Tu misma te administrarás las inyecciones de hormonas para estimular la producción de óvulos (¡es muy fácil!). Durante este proceso tendrás que ser monitoreada constantemente con análisis de sangre y ultrasonidos regulares. Así podemos ver si es necesario ajustar tu dosis. Una vez que tus óvulos hayan madurado por completo, se aplicará un inyección que activará la ovulación o la liberación de óvulos.
Aproximadamente 35 horas después del disparo, te haremos una cirugía menor para recuperar tus óvulos. Tu doctor pasará una pequeña aguja a través de tu pared vaginal, dentro de los folículos. Se te aplica anestesia local, y podrás regresar a tus actividades normales entre 24 y 48 horas después de la captura. El día de la captura, la pareja deja una muestra de esperma.
Nuestros embriólogos evalúan la muestra de esperma y óvulos para hacer la fertilización. En algunos casos, se utilizará un proceso llamado ICSI en el que el embriólogo inyectará un solo espermatozoide saludable al óvulo. Los embriones crecen dentro de una incubadora entre 3 y 5 días antes de ser congelados.
Antes del congelamiento se puede realizar una prueba genética PGT a los embriones. Recomendamos ampliamente que las personas con historial de condiciones genéticas soliciten estas pruebas, en las que los embriones serán escaneados para revisar más de 400 anormalidades genéticas. Los embriones sanos que pasen la prueba genética serán congelados.
Después de su crecimiento en las incubadoras, los embriones serán rápidamente congelados a través de un proceso llamado vitrificación. Para conservarlos en las mejores condiciones, los mantendremos en la clínica en tanques de nitrógeno líquido hasta que quieras concebir. Te diremos exactamente cuántos embriones sanos fueron congelados.
Consulta con un médico especialista enfocado en un plan de fertilidad.
Incluye:
Se estimulan los ovarios con el fin de que desarrollen óvulos maduros. Estos se capturan en un procedimiento sencillo; con una muestra de semen, los óvulos se fertilizan en el laboratorio. Los embriones sanos y genéticamente viables se congelan para su uso futuro.
Incluye:
* Facilidades de pago a 3 y 6 meses sin intereses
** No incluye medicamentos
El primer paso para empezar tu camino es hacer una cita con uno de nuestros médicos especializados en tratamientos de fertilidad.
