Si algo destaca a Tanya es su ética profesional inquebrantable. Inició su carrera como cirujana y partera en la Universidad de Guadalajara, y más tarde se especializó en Ginecología y Obstetricia con una subespecialidad en Biología de la Reproducción Humana en el Centro Médico Nacional 20 de noviembre. Para ella, la reproducción va más allá de la ciencia; es el punto donde los sueños se encuentran con la tecnología, donde el conocimiento se entrelaza con la vida. Su aproximación a cada paciente comienza con la escucha atenta de sus historias, ya que considera que solo así se puede descubrir lo más valioso de ellas.
Como médica, Tanya ve en su profesión la oportunidad de trascender. Reconoce que, para lograrlo, debe adherirse a una ética que reconozca y valide las necesidades de quienes pasan por su consultorio desde sus particularidades. Pero también cree que el equilibrio propio es fundamental para acompañar a otras personas. Por eso, procura balancear su vida corriendo, meditando y cuidando su proceso de aprendizaje. Como mamá, entiende que su labor puede ser transformadora y desea que, quienes están buscando una familia, puedan disfrutar de un viaje tan pleno y significativo como el suyo.
