La esencia de Ruth se refleja en su disposición para ayudar a los demás. Se preparó como enfermera y, durante ocho años, fue jefa de quirófano en distintos hospitales. Durante ese periodo, adquirió las herramientas para coordinar y garantizar los cuidados de sus pacientes. En ese tiempo, tuvo su primer acercamiento con el campo de la ginecología y descubrió que lo suyo era una atención mucho más personalizada y cercana; que trabajar en el área de la fertilidad le permitía ser compañía y vivir de cerca la llegada de buenas noticias.
Cuando Ruth está frente a sus pacientes, le gusta ser percibida como una red de apoyo. Por eso, cree en la importancia de construir un ambiente de confianza en el que se pueda preguntar y hablar de cualquier cosa. Además de su compromiso laboral, siente una fuerte conexión con la trayectoria emocional que recorre cada paciente durante su travesía fértil. Busca, en cada caso, ser una fuente de optimismo y seguridad de que, a pesar de las altas y bajas, el acompañamiento correcto hace que todo sea posible.
