Si buscas tener más certeza sobre la posibilidad de un embarazo futuro, puedes congelar óvulos fertilizados, es decir, embriones. La principal diferencia con el congelamiento de óvulos es que, en este caso, se requiere una muestra de esperma para llevar a cabo la fertilización y los óvulos fertilizados se desarrollan por 5 días en el laboratorio hasta llegar a embriones.
Para congelar embriones, necesitamos capturar tus óvulos y fertilizarlos con una muestra de semen en el laboratorio. Hay muchísimas razones para hacerlo, pero aquí te van algunas de las más importantes.
Para convertirse en embrión, los óvulos tienen que atravesar por varios obstáculos (entre ellos, la fertilización) que ponen a prueba su calidad. Esto hace que el congelamiento de embriones nos dé más información sobre las posibilidades de tener un embarazo exitoso en el futuro.
Quizá la mayor ventaja del congelamiento de embriones es que permite realizar pruebas genéticas que reducen la probabilidad de embarazos de alto riesgo y enfermedades congénitas.
Los primeros pasos para congelar embriones son los mismos que en el congelamiento de óvulos, así que, durante el mismo tratamiento, puedes hacer ambas cosas. Esto te puede dar más control sobre tu futuro reproductivo.
Durante una fertilización in vitro solo utilizamos un embrión aunque haya otros que también son viables. Si tienes planes de volver a embarazarte en el futuro, o si aún no lo sabes, congelar los embriones restantes puede ser una gran opción para lograrlo.
Cada persona es única, por lo que cada caso lo valoramos por separado. Pero si quieres hacerte una idea general de los pasos que seguirías si decides embarcarte en un congelamiento de embriones, esto te ayudará:
El primer paso es una consulta con alguno de nuestros especialistas. Revisaremos tu historial clínico, te haremos un ultrasonido y te pediremos algunos estudios. Una vez que tengamos todo esto, evaluaremos la mejor opción para ti y diseñaremos tu plan personalizado.
El siguiente paso es estimular tus ovarios para que produzcan la mayor cantidad de óvulos posible. Esto lo lograremos a través de una serie de inyecciones hormonales que te administrarás desde casa. Mientras tanto, monitorearemos tu respuesta al tratamiento para vigilar la maduración de tus óvulos y activar la ovulación cuando llegue el momento.
Aproximadamente 35 horas después del disparo de la ovulación, capturaremos tus óvulos por medio de un procedimiento quirúrgico mínimamente invasivo. Generalmente, ese mismo día recopilamos la muestra de esperma para que nuestro equipo de embriología se encargue de la fertilización e incubación. Los embriones crecerán durante 5 días en el laboratorio con todas las condiciones necesarias para obtener blastocistos.
Una vez formados los embriones, pero antes de congelarlos, podemos realizarles una prueba genética PGT para evaluar más de 400 condiciones genéticas que podrían afectar su futuro desarrollo. Así, puedes asegurarte de solo congelar los embriones más sanos.
Ya que hayamos seleccionado los embriones, estos atravesarán por un proceso en nuestro laboratorio llamado vitrificación. Inmediatamente después, los colocaremos dentro de un tanque de nitrógeno líquido para protegerlos del tiempo y el deterioro hasta que tú decidas.
Acude a una consulta con alguno de nuestros especialistas para conocer tus opciones y diseñar un plan fértil personalizado.
Importante:
No incluye medicamentos
Costo de almacenamiento a partir del segundo año
Facilidades de pago a 3 y 6 meses sin intereses
En caso de estudio genético, se requerirá una preparación endometrial y desvitrificación.
Fertilización de óvulos y congelamiento de los embriones sanos y genéticamente viables.
Importante:
No incluye medicamentos
Costo de almacenamiento a partir del segundo año
Facilidades de pago a 3 y 6 meses sin intereses
En caso de estudio genético, se requerirá una preparación endometrial y desvitrificación.
Si tienes dudas, échale un ojo a nuestras preguntas frecuentes o déjanos un mensaje. Nos encantará escucharte.