El cuerpo a veces necesita un empujoncito. La inseminación intrauterina está aquí para ayudar a los espermatozoides a encontrarse con el óvulo con menos obstáculos. Así, aumentamos las posibilidades de fertilización.
De todas las opciones, este es el punto medio: después de impulsar la fertilidad por medio de medicamentos y del coito programado, pero antes de una fertilización in vitro. Para esto, colocamos el esperma directo en el útero, cerquita de las trompas de Falopio. Este tratamiento tiene muchísimas bondades, aquí te compartimos dos de las más importantes.
Preparamos el escenario perfecto y esperamos hasta el instante ideal. Al coordinar cuidadosamente los tiempos y encontrar el lugar óptimo para que el óvulo y el espermatozoide se encuentren, aumentamos las posibilidades de una fecundación exitosa.
Este tratamiento se realiza en las salas de exploración de la clínica y no requiere de ningún tipo de intervención quirúrgica.
Cada persona es única, por lo que cada caso lo valoramos por separado. Pero si quieres hacerte una idea general de los pasos que seguirías si decides embarcarte en una inseminación intrauterina, esto te ayudará:
Acude a una consulta con alguno de nuestros especialistas para conocer tus opciones y diseñar un plan fértil personalizado.
Analizamos los espermatozoides [donados o no] para colocar los de mejor calidad directamente en las trompas de Falopio.
Si tienes dudas, échale un ojo a nuestras preguntas frecuentes o déjanos un mensaje. Nos encantará escucharte.
