Hay muchísimas circunstancias en la vida que nos generan estrés, ansiedad y depresión. Enfrentar la infertilidad, y atravesar los tratamientos para lograr concebir, es uno de estos momentos difíciles. Cuando una persona recibe la noticia de que va a ser más difícil tener un bebé pasa por un momento de duelo y pérdida. Cada intento fallido, tratamiento infructífero, aborto espontáneo o algún otro recordatorio de la dificultad para concebir se vive como pérdida. Y esto puede afectar nuestra salud mental de forma negativa. Sabemos que los pacientes que atraviesan un tratamiento de fertilidad son cuatro veces más propensos que otras personas a presentar síntomas de depresión. Por eso creamos esta guía para proteger tu salud mental en tratamientos de infertilidad.
Los beneficios del acompañamiento
Existen varias formas de terapia que pueden ayudar a mejorar considerablemente la salud mental durante un tratamiento de fertilidad. Nos gustaría hacer énfasis en dos que se centran en transformar nuestros pensamientos para romper con ciertos patrones que podríamos estar repitiendo, sin siquiera darnos cuenta: la psicología de la corriente cognitivo conductual y las intervenciones del método mente-cuerpo. Aunque no existe una «psicología de la infertilidad», en este artículo te contamos de qué van estas dos herramientas con las que puedes acompañar tu proceso.
Terapia cognitivo conductual
La terapia cognitivo conductual no es un tipo de tratamiento psicológico para la infertilidad, es una terapia que se basa en la idea de que las personas pensamos y actuamos conforme a ciertos patrones. Dentro de estos patrones está la formación de pensamientos negativos que nos pueden conducir a sufrir ciertos trastornos psicológicos y que son el origen de una mala salud mental. Lo que se hace durante las sesiones es detectar los patrones y buscar patrones nuevos con los cuales reemplazarlos. Con ayuda de un terapeuta y las herramientas correctas, dejamos de generar con tanta frecuencia pensamientos negativos. Se trata de entender nuestros propios procesos mentales para modificarlos a nuestro favor. En cierta forma, hackeamos nuestro sistema de pensamientos para que nuestra mente no juegue en nuestra contra.
Intervenciones del método mente-cuerpo
Otra forma de intervención psicológica en caso de infertilidad son las intervenciones mente-cuerpo, que se basan en la idea de que nuestros pensamientos pueden afectar nuestras emociones y estas, a su vez, pueden afectar nuestro cuerpo. La intervención se trata de aprender habilidades, estrategias y técnicas que puedan tener un impacto en esas conexiones. Sin embargo, las cosas que le funcionan a una persona no siempre le funcionan a otra. Por eso es indispensable un proceso de prueba y error durante el cual se ponen sobre la mesa distintas estrategias, y el paciente las prueba para ver cuáles le funcionan mejor. Algunas de las estrategias son técnicas de relajación, llevar diarios, hacer ejercicio e implementar prácticas de autocuidado.
La salud mental en tratamientos de infertilidad importa
Existen muchísimas formas de cuidar nuestra salud mental. Estas son solamente algunas herramientas a las que puedes acudir, pero definitivamente no son las únicas formas de tratar el impacto psicológico de la infertilidad. Lo más importante es ser conscientes de que un tratamiento de fertilidad es un proceso difícil a nivel mental y emocional, que puede ser traumático para muchas personas; por lo general es una montaña rusa de emociones. Sabemos que durante esta etapa a veces la cabeza se nos llena por completo con la idea de concebir. Sin embargo, no debemos perder de vista la importancia de cuidarte, y eso incluye cuidar tu mente y tu corazón.
Fuente: https://www.fertilityiq.com/mental-health-and-fertility