Antes de empezar: recapitulemos
El proceso de congelamiento de óvulos consiste en capturar los óvulos de una mujer para que estos puedan ser usados en el futuro. Una vez que llegue el momento, los óvulos son extraídos del nitrógeno líquido, descongelados, fertilizados con el esperma elegido por la paciente (puede ser de su pareja o de un donador) y colocados en su útero (es decir, son usados para hacer una fertilización in vitro). El proceso de congelamiento de embriones, por otro lado, consiste en capturar los óvulos y tener una muestra de esperma. Con estos, se hace la fertilización en laboratorio y se crea un embrión. El embrión se congela y, cuando la pareja lo desee, este es implantado en el útero. Pero a la hora de elegir, ¿qué es mejor? ¿Congelar óvulos o embriones?
Unas por otras
¿Cuál es la diferencia entre congelar óvulos y embriones? Una de las desventajas del congelamiento de óvulos es que es imposible saber a ciencia cierta la calidad de los óvulos analizándolos por sí solos: la única forma de saberlo es tratar de fertilizarlos. Es decir, una persona que decide congelar óvulos solo conocerá el potencial de sus óvulos en el momento en que los use. Por otro lado, cuando se hace un congelamiento de embriones, los óvulos tienen que atravesar una serie de obstáculos y pruebas (entre ellas, su fertilización) que demuestran su calidad y probabilidad de convertirse en un bebé. Esto hace que el congelamiento de embriones sea una apuesta más segura, aunque también más costosa y menos flexible.
La flexibilidad es libertad
Una gran ventaja de congelar óvulos es que no se necesita un donador de esperma o una pareja para hacerlo. Las mujeres pueden tomar la decisión hoy y en el futuro escoger quién es el padre genético. Esto vuelve al congelamiento de óvulos una opción flexible que permite a las mujeres no atarse a un esperma determinado.
¿Congelar óvulos o embriones? ¡Pueden ser las dos!
La pregunta «¿Es mejor congelar óvulos o embriones?» es difícil de responder y depende de cada cuerpo y vida. Aquí una buena noticia: ¡puedes congelar óvulos y embriones! Esto te permite tener los beneficios de ambos mundos. Así, puedes aprovechar la probabilidad de éxito que te ofrece el congelamiento de embriones y la flexibilidad del congelamiento de óvulos. Además, lo puedes hacer en el mismo ciclo, así solo te tienes que someter a los medicamentos y la intervención quirúrgica una vez.
¿Y si nunca los uso?
¡Gran pregunta! La verdad es que muchas personas prefieren intentar concebir sin tratamiento y, si no funciona, acudir al descongelamiento de sus óvulos o embriones. En caso de que logres embarazarte, puedes dejarlos congelados hasta que sea seguro que no se van a usar; no hay límite de tiempo. En caso de que nunca los uses (¡un feliz escenario, si lo piensas!), puedes donarlos a otra persona o pareja, donarlos para investigación o desecharlos.