La fertilización in vitro, también conocida como IVF (por sus siglas en inglés) o FIV (acrónimo en español), es un tratamiento de fertilidad que, a grandes rasgos, consta de 5 pasos:
- La mujer en el tratamiento toma una serie de medicamentos hormonales para generar óvulos.
- Su médico especialista captura los óvulos en un tratamiento quirúrgico.
- En el laboratorio, un embriólogo se encarga de fertilizar los óvulos con los espermatozoides.
- Los especialistas supervisan el resultado de la fertilización: ¡embriones!
- El doctor transfiere el embrión al útero de la mujer.
Para quiénes es la fertilización in vitro (FIV)
Conseguir un embarazo natural requiere que muchos factores estén en sintonía: buena calidad de óvulos, buen funcionamiento de las trompas, buena calidad de espermatozoides, y un útero sano que nutra el óvulo recién fertilizado para convertirlo en un embrión y, luego, en un feto.
La fertilización in vitro es una solución increíble para mamás solteras, parejas LGBT+ y personas con dificultades para concebir, principalmente porque responde a mucho de lo que sucede a lo largo de toda la cadena de concepción (tanto en los hombres como en las mujeres). Por ejemplo:
- Si una mujer genera pocos óvulos, los medicamentos que debe tomar pueden impulsar la producción de óvulos.
- Si no puede ovular o su ciclo es irregular, estas medicinas ayudan a que sus óvulos maduren para que puedan ser capturados y luego fertilizados.
- Si tiene bloqueadas sus trompas (o tiene alguna otra característica que afecte en el ciclo), ¡no pasa nada! Porque el óvulo se fertiliza afuera y es colocado directamente en el útero.
- Si los espermatozoides de un hombre no son de buena calidad, el médico especialista en el laboratorio puede separarlos y elegir el mejor esperma.
- Muchas veces, los espermatozoides no son suficientemente potentes y, por eso, no pueden llegar hasta el óvulo. Pero en una fertilización in vitro ICSI, el embriólogo coloca el esperma directo, lo cual soluciona este problema.
El éxito del procedimiento de fertilización in vitro
Quedarse embarazada depende de muchos factores. El más importante: la edad de la mujer. Diferentes estudios han probado que mujeres más jóvenes son más propensas a tener una fertilización in vitro exitosa.
¡Veamos los números!
Antes de irnos a las estadísticas, es importante puntualizar que la mayoría de las mujeres deben repetir el ciclo (el proceso) de fertilización in vitro para lograr quedarse embarazadas.
- Más del 50% de las mujeres menores de 40 años logran embarazarse en el segundo y tercer ciclo. Este número alcanza hasta un 70% en el séptimo y octavo ciclo.
- De mujeres entre 40 y 42 años, 25% queda embarazada en el segundo y tercer ciclo. Más ciclos no aumentan significativamente la probabilidad.
- En mujeres mayores de 43, menos del 15% logra quedarse embarazada a través de una fertilización in vitro.
La importancia de una buena clínica de fertilidad
Además de la edad, una de las variables más importantes en el éxito del procedimiento es la calidad de la clínica. Es decir, muchas mujeres tienen resultados abismalmente distintos según la clínica de fertilidad a la que asistieron.
Estudios han demostrado que ir a un buen centro de reproducción asistida, con buenos médicos y un excelente laboratorio, puede duplicar la probabilidad de embarazo.
El reto emocional y el trauma físico
No todo es flores con la fertilización in vitro. Es el procedimiento de fertilidad más rápido y exitoso, pero no por eso deja de traer una serie de efectos tangenciales que afectan directamente la salud física y emocional de una mujer o una pareja.
Una persona que atraviesa un tratamiento de fertilidad tiene que asimilar psicológicamente la intervención, que físicamente es un procedimiento invasivo: las mujeres tienen que inyectarse hormonas por varias semanas, estar sujetas a un régimen de observación para el control y registro de sus óvulos, y someterse a una cirugía para la captura.
Sin embargo, a pesar de los retos físicos y emocionales, muchas parejas han podido tener bebés con este tratamiento; es uno de los caminos más eficientes para concebir, ¡pero no es el único! Siempre explora tus opciones.